Muchas veces hemos escuchado la frase de que los videojuegos vuelven violentos a los jóvenes aunque un estudio realizado por Christopher Ferguson de la universidad de Texas demuestra que esto no se debe a los videojuegos, sino a ámbitos relacionados con la vida diaria.
El estudio fue realizado con 300 niños entre 10 y 14 años, que vivian en una zona cercana a la frontera con México.
Estos niños tuvieron 2 entrevistas, una al inicio del estudio y otra 12 meses mas tarde.
Los datos obtenidos fueron de que el 75% habían probado videojuegos en los últimos meses y los niños eran mas violentos que las niñas.
Además de esto un 7% admitió haber estado involucrado en actos de violencia y de robos a niños mas pequeños que ellos. El mayor problema por tanto era la depresión, que era lo que causaba todo esto y esta fue su conclusión: "Los síntomas depresivos se destacan como particularmente fuertes predictores de la violencia juvenil y la agresión".